Los bolsilibros tienen plena cabida en este blog por tratarse de un fenómeno social y cultural, heredero del folletín decimonónico y de la llamada literatura pulp, que marcó una época y acompañaron a varias generaciones de españoles en sus momentos de ocio.
Aunque se trate de una literatura denostada por muchos, a veces calificada de subliteratura, lo cierto es que estos bolsilibros dieron alguna que otra gran obra y sobre todo ofrecieron horas y horas de entretenimiento en un mundo donde la televisión no existía o daba sus primeros pasos.
La decadencia comenzó en los años setenta. La competencia con la televisión y el propio desarrollo socio económico del país iban relegando poco a poco el bolsilibro a un papel marginal. El final del bolsilibro fue a mediados de los ochenta. En aquellas fechas la emblemática editorial Bruguera entraba en suspensión de pagos. Con ello la mayor editorial de bolsilibros quedaba fuera del mercado y estas novelas, podemos decir, que quedaban huérfanas. No obstante, el bolsilibro siguió publicándose hasta nuestros días, pero siempre en editoriales pequeñas (con la excepción de Editorial B que intentó resurgir estas novelas allá a principio de los años noventa), en tiradas cortas y sin lograr la consolidación.
Quedan para la historia de la novela popular española, grandes colecciones, grandes autores, siempre o casi siempre bajo seudónimo, y algunas grandes obras.
Hoy voy a comentar dos novelas de dos grandes colecciones.
"El falsario" de Frank Mcfair (Francisco Cortés Rubio) es una novela de la emblemática colección FBI. Esta colección, editada por la Editorial Rollán, inició su andadura en 1950 y conocemos más de mil números. Fue una serie de éxito que marcó un camino en la novela negra española. A pesar de las limitaciones impuestas por la censura franquista y la autocensura de la propia editorial, se construyeron algunas novelas bastante serias. Personalmente doy fe de la carga de entretenimiento de todas las que he leído (y no son pocas). Esta en concreto trata de la suplantación de personalidad y del espionaje industrial. Está bastante entretenida y lo más destacable es que no es previsible tanto en su desarrollo como en su desenlace.
"Sangre bajo la Luna" de Lem Ryan (Francisco Javier Miguel Gómez) es una novela sobre licantropía, a medio camino entre el terror y lo policíaco. Muy entretenida y si me apuran avanzada para su época, pues utiliza elementos que posteriormente tendrían bastante éxito, como los hombres lobos adolescentes.
En cuanto a la colección Selección Terror puedo decir que es de culto dentro del ámbito de este género literario. Hoy en día, estas novelas siguen siendo muy codiciadas por los coleccionistas.
Para finalizar señalar que la manera de conseguir estas novelas hoy en días, obviamente, todas descatalogadas es vía Internet en páginas de coleccionismo o de segunda mano y en los mercadillos dominicales.
Espero que este artículo haya sido de su agrado.
Un saludo a todos/as.
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